CONT. 2.B LA ECONOMÍA DEL COMPORTAMIENTO

En los apartados anteriores hemos hablado varias veces del comportamiento racional de los individuos. Sin embargo, los individuos no siempre tomamos decisiones racionales porque las emociones están presentes en la toma de cualquier decisión (incluídas las decisiones económicas). Esto nos lo explica la economía del comportamiento o economía conductual, una disciplina que combina la psicología, la sociología y la economía.

                                                                                                    Richard Thaler, Premio Nobel Economía 2017

Los temas clave que estudia son los siguientes:

  1. Incentivos y motivaciones

Tradicionalmente el dinero se ha considerado el mayor incentivo, sin embargo, hay muchos más factores que nos motivan y para entenderlo, hay que diferenciar las motivaciones extrínsecas de las motivaciones intrínsecas.

Las motivaciones extrínsecas incluyen las recompensas y los castigos  que provienen del exterior. Acabamos de ver varios ejemplos al final de la pregunta anterior (incentivos). Las motivaciones intrínsecas proceden de nuestro interior, como el orgullo por el trabajo bien hecho, el sentido de la responsabilidad y el compromiso intelectual. A menudo, las motivaciones intrínsecas hacen que nos esforcemos más que las extrínsecas, por ejemplo, conseguir subir de nivel en un juego de ordenador o el desafío físico que nos puede suponer competir en algún deporte.

Relacionado con esta cuestión también son muy importantes los criterios de justicia y equidad, que muchas veces los anteponemos a nuestro beneficio individual. Ejemplo: el juego del ultimátum.

  1. Influencias sociales

Las influencias sociales que pueden afectar a nuestras decisiones pueden ser informativas o normativas.

Las influencias informativas tienen que ver con cómo aprendemos de los demás. En situaciones en las que no tenemos mucha información nos fijamos en lo que hacen los demás, deduciendo que deben saber mejor que nosotros cuál es la actuación más correcta. Por ejemplo, al hacer una compra online miramos los comentarios de otros compradores sobre el producto.

Las influencias normativas, por su parte, tienen que ver con cómo respondemos a las presiones de los grupos que nos rodean para conseguir la aceptación de los demás y evitar ser rechazados. Pueden provocar que una persona cambie su comportamiento incluso en contra de su forma de pensar y sus valores para encajar en un grupo. Un ejemplo sería el Holocausto, en el que ciudadanos corrientes observaron y participaron en las atrocidades que se cometieron contra los judíos.

  • Heurística, riesgo y sesgo

La heurística son las reglas de toma de decisiones rápidas que usamos para simplificar nuestras elecciones diarias y que a menudo funcionan bien, pero en ocasiones crean sesgos. En otras palabras, en determinadas situaciones, la heurística nos lleva a cometer errores sistemáticos. Hay tres categorías de reglas:

  • De disponibilidad. Consiste en usar información de fácil acceso, ya sean acontecimientos recientes, primeros momentos o sucesos emocionalmente vívidos o convincentes. Nuestros recuerdos de este tipo de información importante distorsionan nuestra percepción del riesgo. Por ejemplo, evitar subir en avión por haber visto un accidente grave de aviación en las noticias, aunque sea más probable sufrir un accidente de coche.
  • De representatividad: se juzga una situación por su parecido con otras que ya conocemos. Ejemplo: pensar que los productos de calidad son caros. Otro ejemplo es cuando prejuzgamos a las personas nada más conocerlas por su sexo, raza, aspecto físico,…
  • De anclaje y ajuste: se toma la decisión en base a un punto de referencia. Por ejemplo, las personas nos enfrentamos de manera distinta a las pérdidas que a las ganancias: nos preocupan mucho más las primeras que las segundas, y una de las consecuencias de esto es que estamos dispuestos a asumir riesgos mayores para evitar pérdidas que para obtener ganancias. Tomamos decisiones de acuerdo a nuestro punto de referencia. Y este casi siempre es el statu quo, nuestro punto de partida.
  • Tiempo y planificación

Explica nuestra capacidad de planificar nuestras elecciones y decisiones en el tiempo.A corto plazo actuamos de forma muy impaciente (sesgo del presente). Sin embargo, cuando es una decisión que tendrá lugar en un largo período de tiempo, preferimos posponerla. El sesgo del presente puede explicar por qué aplazamos acciones costosas o desagradables (empezar una dieta). También explica determinados malos hábitos (como fumar) o ausencia de buenos (practicar ejercicio con regularidad).

Una característica clave del sesgo del presente es que no todos somos igual de susceptibles. Algunos tenemos más autocontrol que otros. El tesón es un rasgo de la personalidad estrechamente relacionado con el éxito en la vida, como demostró el experimento del malvavisco, que estudiaba la capacidad de niños de resistirse a la tentación cuando tenían que elegir entre comerse un malvavisco hoy o dos mañana. Aquellos niños que mostraban mayor autocontrol a la hora de resistir la tentación también tenían más probabilidades de triunfar en la vida.

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