La reforma del sistema público de pensiones
Aunque por la edad que tenéis este tema lo veáis muy lejano, debe preocuparos porque nos va a afectar a todos. Os copio aquí un resumen estupendo publicado estos días en Actibva:
El pasado 1 de enero entró en vigor la mayor reforma del sistema público de pensiones de jubilación realizada en España en los últimos años. El objetivo de la reforma es hacer sostenible el sistema actual de reparto, donde las cotizaciones de los actuales trabajadores pagan las pensiones de los jubilados de hoy y cuya viabilidad se ha puesto en duda debido a las nuevas realidades de nuestra sociedad: vivimos más años (en media 81 años, 12 más que hace 50 años), cada vez se entra más tarde en el mercado laboral y nos jubilamos antes.
Para hacer sostenible el sistema a largo plazo la principal medida adoptada es el retraso progresivo de la edad de jubilación hasta los 67 años. Así durante el año 2013, la edad ordinaria de jubilación queda fijada en 65 años y 1 mes, edad que irá aumentado año a año hasta llegar a los 67 años en 2027. Los trabajadores que quieran jubilarse en 2013 a los 65 años deberán haber trabajado al menos 35 años y 3 meses durante toda su vida laboral, requisito que, de forma gradual, llegará a los 38 años y 6 meses en 2027.
No son las únicas variaciones previstas. El número de años utilizados en el cálculo de la pensión se incrementará de 15 a 25 años. Este cambio va orientado a hacer más justo el sistema de pensiones, aumentando la relación entre lo que aportan los trabajadores (cotizaciones a la Seguridad Social) y lo que reciben (pensiones públicas de jubilación). De igual forma, esta norma se implantará año a año, en 2013 se usarán 16 años en los cálculos de la pensión, hasta llegar al máximo en 2022 cuando se utilizarán 25 años. Esta medida no ha tenido parangón desde que en 1985 el Gobierno elevó el periodo de cómputo de 2 a 8 años.
Al mismo tiempo, la reforma ayuda a cubrir algunas otras deficiencias permitiendo un sistema más estable y más equitativo. El reconocimiento como período de cotización del tiempo que las mujeres dedican al cuidado de los hijos, y los años que los jóvenes pasen con contratos de formación van en esta línea y es una contraprestación razonable a las reticencias que suscitaba el incremento de la edad legal a los 67 años.
Finalmente, la reforma también incluye el retraso de la edad a la que pueden producirse las jubilaciones anticipadas, que retrasará la edad real de jubilación, que en España se sitúa en 63 años, por debajo de la edad legal de jubilación 65 años. Aunque el Gobierno ha retrasado su implantación 3 meses.
Estos cambios deberían ayudar a eliminar algunos de los defectos del sistema actual, y permitir un sistema de pensiones públicas más seguro, estable y equitativo en el largo plazo. Aunque pueden resultar insuficientes si se acentúan las tendencias demográficas y se alarga la crisis económica actual. En cualquier caso, tendremos que trabajar más años para acabar consiguiendo unas pensiones que, en la mayoría de los casos, serán menores que las actuales, lo que hace cada vez más necesaria una adecuada planificación financiera a la largo plazo, incrementando el ahorro privado destinado a la jubilación.