4. La ventaja comparativa y las ganancias del comercio
En el flujo circular de la renta podemos incluir al “sector exterior”, esto es, cómo se relaciona un país con el resto del mundo a través de los productos que le compra (importaciones) y los que le vende (exportaciones), pero sería muy complejo. Así que al menos, vamos a ver cuáles son las ganancias del intercambio, es decir, cómo el comercio puede mejorar el bienestar de todo el mundo.

- La ventaja absoluta (Adam Smith)
Un país tiene ventaja absoluta sobre otro país cuando es capaz de producir un determinado bien usando menos recursos o bien, cuando produce más bienes con los mismos recursos. Así, a cada país le interesa especializarse en producir ese bien e intercambiar sus excedentes por otros productos que es menos eficiente.
Consideremos dos países, A y B, que producen dos bienes, 1 y 2, usando las siguientes cantidades de trabajo: el país A usa una hora de trabajo para producir el bien 1 y dos horas para producir el bien 2. El país B usa dos horas de trabajo para producir el bien 1 y una hora para producir el bien 2.

De este cuadro se desprende que el país A posee ventaja absoluta en la producción del bien 1 (necesita menos horas de trabajo que el país B para conseguir la unidad del bien 1), mientras que el país B tiene una ventaja absoluta en el bien 2. En estas condiciones, el país A se especializa totalmente en la producción del bien 1 y el país B en la producción del bien 2.
En general, si existe ventaja absoluta, cada país debería especializarse en la producción del bien en que posee ventaja absoluta e intercambiar los excedentes de dicho bien por el bien que no produzca.
- Principio de la ventaja comparativa, de David Ricardo
David Ricardo fue el economista que demostró que no sólo en el caso de que aparezca ventaja absoluta existirá especialización y comercio internacional entre dos países. Podrá ocurrir que uno de ellos no posea ventaja absoluta en la producción de ningún bien, es decir, que necesite más de todos los factores para producir todos y cada uno de los bienes. A pesar de ello sucederá, que la cantidad necesaria de factores para producir una unidad de algún bien, en proporción a la necesaria para producir una unidad de algún otro, será menor que la correspondiente al país que posee la ventaja absoluta. En este caso decimos que el país en que tal cosa sucede tiene ventaja comparativa.
Vamos a adaptar el ejemplo mostrado antes para entender el concepto de ventaja comparativa:

Como podemos observar, el país A tiene ventaja absoluta en la producción de los dos bienes. Pues bien, David Ricardo demostró que en esta situación, ambos países pueden salir ganando con el comercio y la especialización. Veamos por qué. Transformando la tabla en una de costes relativos,…

Si no existe intercambio, en términos absolutos, un trabajador del país B necesita emplear 3 horas de trabajo para producir tanto una unidad del bien 1 como del 2. Sin embargo, su colega del país A está mejor ya que sólo necesita una hora para producir el bien 1 y dos horas para el bien 2.
Pero, en términos relativos, es más barato producir el bien 1 en el país A y el bien dos en el país B. Así, al iniciarse el comercio, el país B importará bien 1 de A y, el país A importará bien 2 de B.
Pensemos en la situación de un trabajador del país A antes de iniciarse el comercio. Tenía que trabajar una hora para conseguir una unidad del bien 1 y dos horas para conseguir una unidad del bien 2. Después del comercio el trabajador sigue teniendo que emplear una hora para una unidad del bien 1, pero dispone de una unidad del bien 2 trabajando menos de dos horas en la producción del bien 1 e intercambiándolo por bien 2 en el mercado internacional.
El trabajador del país B tendrá que emplear 3 horas en conseguir lo mismo del bien 2 que antes, pero ahora dispone del bien 1 trabajando menos de 3 horas en su producción, ya que puede recurrir al mercado internacional.
Así, la existencia de una diferencia en los costes relativos de producir dos bienes en dos países distintos es suficiente para que les sea beneficioso especializarse en aquella producción para la cual disponen de una ventaja comparativa respecto al otro y comerciar ente sí. Además, el comercio internacional permite que los trabajadores de los dos países mejoren en su nivel de bienestar una vez que se produce una especialización dentro de cada país.
La ventaja comparativa en funcionamiento:
Pongamos por ejemplo, que tenemos dos países de igual tamaño, A y B, que comercian con zapatos y cereales. El país A es más eficiente en producir ambos. Sin embargo, mientras que A puede producir ochenta fanegas de cereales por hora de trabajo en comparación con las treinta fanegas que produce B, sólo puede obtener veinticinco zapatos por hora de trabajo en comparación con los veinte de B. El país B tiene, por tanto, una ventaja comparativa en la fabricación de zapatos. He aquí lo que sucede cuando cada país intenta producir ambas mercancías:

Producción combinada = 66.000 fanegas de cereales y 18.000 zapatos.
Sin embargo, si el país A se concentrara en la producción de cereales y el país B en la producción de zapatos, ocurriría lo siguiente:

La única circunstancia en la que la ventaja comparativa no funciona es cuando un país no sólo es más eficiente que el otro produciendo ambos tipos de mercancías sino también más eficiente exactamente en la misma proporción. En la práctica, esto es tan improbable que, de hecho, podemos considerarlo imposible.