3. El flujo circular de la renta
Las relaciones que se establecen entre los distintos agentes económicos a través de mercados (mercados de bienes y mercados de factores productivos) se pone de manifiesto en un modelo económico conocido como el flujo circular de la renta.
En el flujo circular de la renta podemos ver un flujo real, representado por el camino que siguen los bienes y servicios y los factores productivos y, un flujo monetario en sentido contrario, que representa el pago por la adquisición de esos productos y de esos factores productivos.

Aunque da igual por donde empecemos a explicarlo, lo haremos partiendo de las familias por ser nuestra realidad más próxima. Las familias, acuden a los mercados de bienes y servicios para adquirir los productos ofrecidos por las empresas para así satisfacer sus necesidades. A cambio, deben pagar el precio de los mismos.
Para poder adquirir esos productos, necesitan dinero, dinero que consiguen ofreciendo los factores productivos de los que son propietarios (recursos naturales, capital y trabajo) en el mercado de factores de producción.
Los factores productivos son adquiridos por las empresas, pues los necesitan para poder llevar a cabo su actividad (por ejemplo, producir aceite, arreglar un coche, etc.). Por su adquisición les pagan a las familias una renta. Podemos hablar de distintos tipos de renta en función del factor productivo al que remunere. Así, las rentas del trabajo se llaman salario, las del capital son los intereses o dividendos y, las de los recursos naturales, los alquileres.
Como estamos estudiando el caso de economías mixtas (explicaremos este término más adelante), tenemos que tener en cuenta que el sector público interviene desempeñando diversas funciones. Lo primero es que regula la actividad económica (hace las leyes que todos los agentes económicos deben cumplir). Segundo, redistribuye la renta para que el reparto de la misma sea más equitativo. Para ello, recauda dinero a través de los impuestos (que deben pagar obligatoriamente tanto las empresas como las familias, como el IS, IVA, IRPF,…) para luego repartirlo entre las familias más necesitadas, a través de transferencias como becas, pensiones y prestaciones de desempleo y ayudar a las empresas (mediante subvenciones), sobre todo a pymes, a aquellas que invierten en nuevas tecnologías, a las que procuran contaminar menos o a las que contratan a trabajadores de los grupos sociales con mayores dificultades (parados de larga duración, mujeres, discapacitados, etc.).

Además, el sector público, para llevar a cabo su actividad necesita adquirir factores de producción por los que paga unas rentas. Por ejemplo, el salario de los profesores. Por último, también actúa como empresa en la medida que ofrece ciertos servicios públicos como la sanidad, la educación, la justicia, la seguridad, etc. Normalmente, estas actividades de financian también con los impuestos pero, en ciertas ocasiones, cobra por ellos, como es el caso de las tasas que se pagan por la recogida de basura o por obtener el carné de conducir.