1. LA GESTIÓN DE RECURSOS HUMANOS
Las personas son el componente clave en el funcionamiento de la empresa y, por ello, la gestión/dirección de los recursos humanos adquiere una importancia estratégica para el logro de sus objetivos.
En un entorno complejo e inestable, las organizaciones competitivas son aquellas capaces de crear, mantener y desarrollar equipos humanos motivados, flexibles y capaces de aprender y adaptarse a los cambios.

A. LAS FUNCIONES DE LA GESTIÓN DE RECURSOS HUMANOS
El principal problema que se plantea en la gestión de los recursos humanos es la necesidad de integrar los intereses individuales en el marco de los objetivos comunes de una organización como es la empresa. En este proceso de integración, la motivación de los individuos juega un papel fundamental. Por ello es imprescindible analizar cómo motivar a las personas en su trabajo, para actuar en consecuencia.
El esfuerzo para conseguir las metas deseadas no es algo puntual, sino que debe ser continuado; por ello, las empresas necesitan diseñar sistemas de evaluación, de recompensas e incentivos que motiven, de forma permanente, a los individuos. Sistemas que deben ser adaptables, tanto a las circunstancias internas y externas de la propia empresa, como a la evolución de las personas y grupos que participan en ella.
El problema de la motivación humana supone el estudio del liderazgo en el seno de la empresa, tanto a nivel formal e informal, y el desarrollo de procesos de comunicación adecuados que permitan la necesaria transmisión de información entre las diferentes partes de la organización.
No todas las situaciones requieren el mismo estilo de liderazgo. Influir en personas diferentes y actuar ante situaciones distintas requiere directivos que tengan la capacidad de comprender cada circunstancia y de adaptarse a los equipos con lo que cuentan.
Pero además de un buen liderazgo y de una comunicación eficiente en la empresa, es necesario utilizar a las personas más adecuadas para cada puesto de trabajo. Ello exige procesos de reclutamiento y selección de las personas más apropiadas, así como la formación posterior para su adaptación a los continuos cambios del entorno de la empresa.
Una vez seleccionadas las personas más capaces, es necesario elegir el tipo de contratación más adecuado a las características del puesto de trabajo, así como establecer los oportunos sistemas de control para que los derechos y los deberes de los trabajadores derivados del contrato se cumplan en la empresa.
También es necesario que el trabajo se realice en condiciones de seguridad y preservando la salud de las personas, de lo cual se encarga la prevención de riesgos laborales.
Y, finalmente, en toda organización se producen conflictos de intereses, individuales o colectivos, de los que la dirección de recursos humanos habrá de ocuparse, tratando de solucionarlos de forma pacífica e intentando que, más que un problema, supongan una fuente de aprendizaje.