2. El Plan General de Contabilidad
La información de la actividad de la empresa no sólo interesa a los que la dirigen sino también a los distintos colectivos que se relacionan con ella:
- Los propietarios tendrán interés en conocer los resultados de la empresa, porque de ello depende el valor de sus acciones y sus posibles dividendos.
- El Estado requerirá esta información para saber el valor que cada empresa añade a la economía nacional y para conocer los beneficios obtenidos, puesto que de ellos exigirá unos impuestos.
- Los potenciales inversores estarán interesados porque, según sea la marcha de la empresa, decidirán si invertir o no su dinero en ella.
- Los proveedores y bancos necesitarán la información es fundamental en la negociación de sus convenios con la empresa.
- Los trabajadores, ya que de los resultados de la empresa depende de la continuidad de su puesto de trabajo y los posibles incentivos por beneficios. También para los sindicatos.
Si cada empresa tuviera su propio “idioma económico” sería un caos. La información no sería clara para los distintos usuarios ni tampoco serviría para poder hacer comparaciones entre empresas. Por este motivo es necesario que se establezcan y respeten unas normas generales de contabilización para todas las empresas de un país.
Actualmente está vigente el Plan General de Contabilidad de 2008, que sustituye al anterior de 1990 y que supuso una modernización de la contabilidad al adoptarse un conjunto de medidas para normalizarse a nivel internacional.
El PGC es de obligado cumplimiento para los contables y establece:
- El objetivo de la contabilidad, que es mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.
- El método para conseguir el objetivo (requisitos de la información, principios contables, definiciones y criterios de registro y valoración).
El PGC se estructura en cinco partes además de la introducción, donde se explican las características fundamentales del nuevo Plan a diferencia del anterior y se comentan los nuevos conceptos. Estas partes son las siguientes:
A. PRIMERA PARTE: MARCO CONCEPTUAL
Recoge el objetivo de la contabilidad así como:
- Los requisitos de la información. La información debe ser relevante, fiable, comparable, comprensible y clara.
- Los principios contables, que son: pº de empresa en funcionamiento, pº de devengo, pº de uniformidad, pº de prudencia[1], pº de no compensación y pº de importancia relativa.
- Los elementos de las cuentas anuales. Los elementos que forman parte del balance son los activos, pasivos y patrimonio neto y, los elementos que se registran en la cuenta de pérdidas y ganancias son ingresos y gastos.
- Los criterios de registro o reconocimiento contable de los elementos de las cuentas anuales, es decir, en qué momento los diferentes elementos se incorporan al balance, a pérdidas y ganancias o al estado de cambios del patrimonio neto.
- Los criterios de valoración que permiten asignar un valor monetario a cada uno de los elementos integrantes de las cuentas anuales. Algunos de los criterios recogidos en el PGC son el coste histórico[2] y el valor razonable[3].
- Principios y normas de contabilidad generalmente aceptados como el Código de Comercio y restante legislación mercantil, PGC para pymes, las adaptaciones sectoriales del PGC, etc.
B. SEGUNDA PARTE: NORMAS DE REGISTRO Y VALORACIÓN
Las normas de registro y valoración desarrollan los principios contables y otras disposiciones contenidas en la primera parte del PGC.
C. TERCERA PARTE: LAS CUENTAS ANUALES
Esta parte recoge tanto las normas de elaboración de las cuentas anuales como los modelos de las mismas (están el modelo normal, el modelo abreviado y el modelo para pymes).
Las cuentas anuales están integradas por: el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria. Estos documentos forman una unidad. En el caso de las pymes, el estado de flujos de efectivo no es obligatorio.
- Balance de situación. Debe reflejar con claridad y exactitud la situación económico-financiera de la empresa, así como los beneficios obtenidos o las pérdidas sufridas al cierre del ejercicio, que suele ser el 31 de diciembre.
- La cuenta de resultados o de pérdidas y ganancias. Constituye un documento de gran utilidad para analizar los distintos componentes que han contribuido en la obtención del resultado del periodo.
- El estado de cambios del patrimonio neto. Recoge las variaciones producidas en la composición del patrimonio neto de la empresa de un ejercicio a otro, facilitando el análisis de la evolución experimentada por su capital y sus reservas.
- La memoria. Amplía la información recogida en los documentos anteriores y contiene explicaciones complementarias e información detallada de hechos y circunstancias significativas que ayudan a entender las informaciones del resto de cuentas anuales.
- El estado de flujos de efectivo. Muestra el efectivo generado y utilizado en las actividades de operación, inversión y financiación.
D. CUARTA PARTE: CUADRO DE CUENTAS
El cuadro de cuentas es una relación detallada y codificada de todos los elementos patrimoniales de la empresa, expresados en cuentas y diversas subdivisiones con un título que indica su contenido.



E. QUINTA PARTE: DEFINICIONES Y RELACIONES CONTABLES
En esta parte se define el contenido de cada cuenta, así como la serie de cargos y abonos más comunes en los movimientos de las mismas.
Las tres primeras partes del PGC son de aplicación obligatoria para todas las empresas, mientras que la parte cuarta y quinta son de aplicación voluntaria.
[1] El principio de prudencia es uno de los más importantes. Dice que sólo se contabilizarán los beneficios que verdaderamente se hayan obtenido en el año mientras que los riesgos se deben contabilizar tan pronto sean conocidos.
[2] Coste histórico. En el caso de un activo es su precio de adquisición o coste de producción. En el de un pasivo es el valor que corresponde a la contrapartida recibida a cambio de contraer la deuda.
[3] Valor razonable: es el importe por el que puede ser intercambiado un activo o liquidado un pasivo entre partes interesadas que realicen una transacción en condiciones de independencia mutua.