1. Especialización e interdependencia económica
Un rasgo fundamental de la actividad económica actual es la fuerte división del trabajo y la consiguiente especialización de las personas. Hoy día nadie produce todos los bienes que precisa para satisfacer sus necesidades. Nos especializamos en diferentes oficios (comerciantes, electricistas, ingenieros,…) con el objeto de producir diversos bienes que, mediante el intercambio, son destinados a otros miembros de la comunidad.
Consecuencias de la especialización. El proceso de especialización tiene la ventaja de aumentar la producción, pero a su vez genera dos consecuencias importantes para nuestra sociedad:
- La interdependencia entre los individuos que forman un sistema económico.
- La necesidad de coordinación que esta interdependencia hace imprescindible.
¿Cómo se consigue coordinar a todas las personas que contribuyen a la producción de un determinado bien?
Para ello es necesario resolver dos cuestiones:
- En primer lugar, si una persona no produce prácticamente nada de lo que necesita para su consumo, tiene que haber mecanismos que coordinen a productores y consumidores, para asegurar que lo que unos producen coincida con los que otros desean consumir. La solución a esta cuestión son los mercados.
- En segundo lugar, al subdividir la producción de un bien en múltiples tareas parciales, es necesario coordinar todas las acciones de todas las personas que contribuyen a su fabricación. Esta labor la realizan las empresas.
En esta unidad nos centraremos en estudiar a las empresas y en las siguientes, a los mercados.